Estoy sentada en una silla negra al lado de una puerta de cristal, viendo como caen gotas del cielo, en diagonal.
Bebo una taza de café, una manzana y thc.
Un encendedor, libros por todas partes,
la cama destendida, de fondo un jazz delirante.
No he salido de casa en tres días, no he tenido la necesidad.
Quizás hoy corra o me voy a oxidar.
Ya ha dejado de llover y huele a tierra mojada.
Que bonito se siente el viento frío en la cara.
Di unas vueltas y conté el tiempo: 45 minutos,
creo que me voy metiendo.
A cenar, a ver tv, un documental interesante,
una ducha calientita, cremas y lociones son parte importante.
Ahora toca el turno a Portishead,
de nuevo la silla negra al lado de la puerta de cristal,
ya no hay gotas del cielo, no bebo café
pero siguen la manzana y el thc.
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