La venganza se ha revertido hacia mi, y la afectada ahora soy yo... mientras el plan original era hacerte pagar tus desplantes, estaba pagando tambien mis errores, por que me producía confusión como efecto secundario, y la confusión a su vez quitaba mi estabilidad emocional, me afecto entonces al mismo ritmo en que te afectaba como victima de mis puñales que eras. Y eres, y soy. No se si podré algún día ser una fémina cotidiana que se pierda en una masa urbana, pero se que nací diferente, con una marca de rebeldía pegada a la piel, entre la pantorrilla, bien escondida. Debajo de mis sabanas, guardo un dulce sueño, gimo como gata, aruño las esquinas de los cuartos silenciosos, esperando la llegada del hombre que nunca llegará, lo se muy bien por el contexto. Quizás pido mucho, o quizás no pido nada y lo tengo todo. Algún día estare satisfecha conmigo misma, mientras tanto... lo sigo intentando, me escondo y me oculto bajo el disfraz de niña timida, miedosa, frágil, pálida, ojerosa, que nadie conoce y que tanto cuido del mundo exterior, de las lágrimas venenosas, de las tristezas mortales, de los corazones rotos a pisotones. De tus pisadas malevolas sobre mi cuerpecito roto y magullado.
