"" Las letras son lo unico eterno, la memoria no, esa se borra cuando el cuerpo desaparece....""
domingo, 11 de septiembre de 2011
Rostro Amordazado
Una vez tuve un hijo y no lo vi nunca, se lo llevaron los doctores en cuanto nació y yo estaba de acuerdo. No me preguntes por que, no tengo la respuesta aún. ¿miedo? es lo mas probable. Al poco tiempo me arrepentí de tan atroz acto y quise recuperarlo, el destino me llevo a una casa inmensa, buscaba información sobre el paradero de mi criatura. El mayodormo me indico unas escaleras, el techo era muy alto y éstas muy estrechas, me provocaban vértigo, tuve que subir a gatas con el corazón acelerado. Atravesé dos habitaciones, en la última había una reunión, me estaban esperando. La anfitriona era una mujer tan inmensa en sus proporciones corporales como su casa, era una especie de abuela tierna mezclada con lesbianismo, por la forma en que me abrazaba, yo no sabia si llorar en su regazo o besar sus enormes e hinchadas tetas. Los invitados fueron llegando rápidamente, primero el rubio alto con aspecto de maniquí y tetas pronunciadas, todos las tenían y me ofrecieron una operación express a la que me negué muy educadamente. Habían dos transexuales y eran muy amables conmigo. La madrota me ofreció un gallo encendido y lo inhale tranquilamente, la situación no podía ser mas bizarra de lo que ya era. Y de mi hijo, no supe nada. En ese momento llegaron 3 personas de mi infancia, madre, hija e hijo. Los salude con evidente pena, pues no quería que me vieran en un estado elevado de la conciencia, por él no había problema, era la madre la que me hacía sentir vergüenza de mis actos. Comencé a despedirme y baje las escaleras a gatas, ahora de arriba hacia abajo, delante de mi iban mis dos hermanas mas chicas y yo quería alcanzarlas, al pasar la primera puerta de vidrio ya las sentía muy próximas pero al salir por la puerta principal de hierro que da a la calle, las perdí por completo, llame a una por su nombre y no hubo respuesta. Al salir de la casa la observe como despedida y era mas grande, se encontraba en ruinas mas de lo que yo esperaba. Camine por algunas calles desconocidas y sin darme cuenta estaba dentro de un vehículo en movimiento, yo en el asiento del copiloto, mire al asiento del conductor y estaba vacío, salte y tome el volante, con horror vi que el carro era standar y yo manejo solo automático, pues en segundos aprendí a controlarlo, el freno estaba durisimo y el clotch como atascado. Algo me decía que buscara en un kinder, que mi hijo ahí se encontraba y me dirigí por unas calles rodeadas de arboles secos y hundidas en terracería, estacione el auto en un lugar estable y me baje para continuar la búsqueda cuando sentí una voz por detrás que me decía algo ininteligible y le preste atención, decía -esta con Jesus- (lo que me pareció irónico pues yo no creo en ese cabrón) y se ocultaba tras un árbol a un par de metros de distancia de mi, pude ver un destello anaranjado de su vestimenta, repetía la frase una y otra vez -esta con Jesus, esta con Jesus- y yo me asomaba por los lados para verlo hasta que me mostró su aspecto, no tenía rostro, estaba cubierto de bolsas de plástico como amordazado, era solo tronco y cabeza y se mantenía flotando en el aire, sentí miedo pues no era un humano. Subí al auto y conduje durante ¿horas? ¿días? ¿meses? si el tiempo es relativo y existen realidades alternas entonces sigo manejando en aquel lugar surreal y asqueroso, con personajes nauseabundos sacados de pink flamingos. A mi hijo nunca lo encontre y aun lo sigo buscando mientras conduzco. ¿lo has visto?
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