"" Las letras son lo unico eterno, la memoria no, esa se borra cuando el cuerpo desaparece....""
lunes, 4 de octubre de 2010
Adiós Princesita Mar
En un país mágico y no tan lejano vivía una princesita que no crecía, en su castillo medieval. Ella creía que su padre, el Rey, era un superheróe y que la Reina, su madre, poseía el don de la belleza eterna. Era muy feliz en su reino, haciendo rabietas y caprichos a su antojo, disfrutaba al máximo del cálido cobijo familiar. Creía que nada podía perturbar su dulce comodidad, no le faltaba nada y estaba rodeada de las princesas y los príncipes, además del personal real. Nunca se imaginaría que la bruja mas mala del reino posaría sobre ella una maldición, la peor de todas, que cambiaría para siempre su vida. Una tarde en que ella jugaba en la fuente cristalina, en el centro del palacio, hizo presencia la temida bruja, con un disfraz de aburrimiento y le ofreció como no queriendo la cosa un dulce de caramelo mágico, y esta atascada se olvido de sus buenos modales y lo ingirió con todo el placer del mundo. Dio unos pasos y sintió el efecto malévolo haciendo estragos en su organismo. Corrió al baño real en un acertado instinto de inevitable evacuación y empezó a hacer pipi con un descanso de vejiga angelical pero al limpiar sus hermosos genitales rosas con un desdén de flojera y coraje se dio cuenta de que estaba empapada de sangre! sangre de vida, sangre de mujer que salía de su cuerpo y le provocaba un terror de muerte. Le pidió ayuda a la reina, quien tranquilamente ordeno una junta de la mesa redonda, sabía que no había marcha atrás. A puerta cerrada tuvieron una conversación de estado los altos funcionarios del presidium. Aunque sabía que se trataba de ella, no estaba incluída en la reunión, no importa, sabía lo que vendría despues, esas reuniones siempre traían algo funesto enmedio. Los reyes hablaron con ella antes de dormir, le informaron su fatídico destino: No sería una princesita mas, su cuerpo crecería día a día sin detenerse, tendría senos, caderas y glúteos eróticos, orgasmos y sexo matutino y en ayunas, verguenza, engaños, tristeza crónica, lágrimas incesantes, vacío existencial, un trabajo malpagado y unas ganas diablas de correr sin detenerse y sin llegar a ningún lugar, errores, complicaciones, frustraciones, ansiedad, discuciones, golpes, violencia, indiferencia... Adiós titulo noble de princesita, predicciones sabias del oráculo. Y los reyes harían como que no existió jamás, borrarían su rostro de las pinturas, no podían darse el lujo de tener una hija anormal, mortal, real, que crecía día a día y que estaba enferma con el mal de la melancolía... Adiós Princesita Mar.
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