"" Las letras son lo unico eterno, la memoria no, esa se borra cuando el cuerpo desaparece....""
lunes, 29 de agosto de 2011
La Despedida
Guardado en el puño, dentro del bolsillo, a un lado de la cartera y las llaves, lo llevaba bien apretado contra sus dedos, que adquirían un tono blanco por la falta de sangre al ejercer presión. Era la dirección. Descendio del auto con prisa evidente, la mirada clavada en la entrada del museo de arte, saludo al guardia, tomo las postales de obsequio en la recepción. Primero vio el pasillo, despues el patio con la pantalla que reproducia el video de la exposición que estaba a punto de presenciar, se dirigio al primero salón. Era grande y silencioso, las paredes pintadas de gris, la iluminación justo en medio del aula, cumpliendo su objetivo, dirigir la mirada del público hacia esa plataforma que se encontraba reposando en el suelo, esta vez el público era ella, Aura y el silencio solemne del ambiente la hacia sentirse observada, espiada quizás por un personaje inexistente que seguia su sombra y se ocultaba entre los muros grisaceos. Escucho sus pasos calmados, marcados por un ritmo constante que aumentaba hasta que la tuvo cerca y reconocio esas mejillas incandecentes que la acompañaron a traves del viaje en reversa de la memoria, la vio jugar con otros niños cerca, la vio en las noches en su litera, en la cocina por las mañanas rodeada de cereal y tv, en las tardes jugando en la calle y la vio cerca contando secretos y jalandole las greñas. Ella sonrió, el mismo gesto cómplice, no podía dudarlo entonces, era su hermana mayor, mas delgada, mas blanca y mas ausente, pero con ese brillo en la mirada que la hacia sentir como en casa, protegida, bajo las cobijas a unos 20 años de distancia de ese lugar. Se abrazaron sin decir palabra y salieron del edificio tomadas de la mano, como las amigas reencontradas que eran. Entraron al café de enfrente y pidieron 2 americanos con 3 sobrecitos de azúcar y 1 de crema, se sentaron y a los 30 minutos se despidieron con abrazos largos y calurosos. Ella se dirigió al estacionamiento y la otra al museo de arte donde trabajaba, eran las 6 de la tarde. Ese día Aura tuvo un mal presentimiento, como cuando los cuervos negros de mal aguero se posan en las ventanas, o como el sonido del viento que anticipa una lluvia fuerte y agresiva, esa tarde fue al cine con su roomie despues del encuentro con su hermana y al volver reviso la contestadora, eran 3 mensajes, el primero de la lavanderia para decir que la ropa estaba lista por la mañana, el segundo de su compañera de trabajo Elena que no aguantaba las ganas de contarle con lujo de detalle como su nuevo novio y ella discutieron y el llego con un ramo de rosas y ella salto sobre el besandolo y tuvieron sexo en el quicio de la puerta. El tercero era de su madre, su hermana se había suicidado. Aura se sentó en el piso, a un lado del telefono y sintio que el tiempo se detuvo. Cerro los ojos y escucho el zumbido que se hacía cada vez mas grande y que taladraba su cerebro. Entonces entendio lo de la sensación rara que la envolvió todo el día y lo de la tristeza absoluta que la recorrió despues de ver a María y que no la dejo disfrutar de la película de acción en el cine. Aura solo recordo el juego de manos y los pies descalzos sobre la tierra húmeda y se sumergio en un llanto que abrazó con luto la atmósfera de aquella habitación.
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